Italia – Día 8 (Roma)

Nos levantamos y vemos la mejor forma de activar la Omnia Card, uno de los sitios está cerca del Coliseum y del foro, así que nos espabilamos rápido y a las 9:00 ya estamos activando la tarjeta, la mujer que los atienda la verdad que es muy simpática y nos reserva directamente para que el sábado a la 16:00 podamos visitar los Museos Vaticanos. Nos explica que tenemos que reservar desde una web para acceder al Coliseum o la Villa Borguese.

Vamos al Coliseum, vemos como reservar, es imposible, damos vueltas, preguntamos, seguimos dando vueltas y volvemos a preguntar. El Coliseum estaba lleno de gente, colas por todas partes, no entendemos nada. Intentamos reservar por teléfono ¡imposible! No entendemos nada, pensamos que al reservar con la Omnia Card era como un pase preferente y que no habría ni que hacer colas. Nada de eso. Me siento estafado.

De momento, decidimos posponer el Coliseum y ver si otro día podemos acceder con un poco más de calma. Nos informamos para ir al Foro, nos dicen que tenemos que ponernos en la cola. Nos tiramos una hora entera, no entiendo muy bien para qué sirve la Omnia Card.

Por fin entramos en el foro, nos ponemos una audio guía en el teléfono (nos cuesta horrores descargarla). Damos un paseo escuchando que son las distintas cosas que vamos viendo, después de un primer vistazo damos otra vuelta rápida en la que aprovecho para hacer unas fotos. Nos fipla el foro. Seguimos caminando, subimos al Palatino, Casa Augusto, Domus Flavia es todo bastante impresionante.

Empezamos a mostrar síntomas de agotamiento. Llevamos toda la mañana de un lado a otro. Pensamos que para ser el primer día y ver bien cómo funciona lo de la tarjeta decidimos volver al apartamento, comer, descansar y verlo. No temos claro como volver. Damos vueltas para pillar un bus, cogemos uno en sentido contrario. Nos bajamos a por otro. Caminamos, estamos cansados, nos cuesta entendernos. Finalmente tras seguir caminando un buen rato más conseguimos coger el bus que nos lleva directamente a la casa. Cuando llegamos son casi las 16:00.

Comemos, nos tumbamos un rato para descansar, nos quedamos dormidos. Hasta ahora Roma no está siendo una gran experiencia. El foro es alucinante, pero hemos tardado más de una hora en acceder bajo un sol de justicia, no hemos podido ver el Coliseum. Es fin un poco decepcionante. Vemos sí podemos ir al coliseo al día siguiente o en su defecto a la Galleria Borguese. Nada imposible, no hay reservas disponibles. Pensamos si nos compensa pagar al menos el Coliseum, como nos quedan muchos días por delante dejamos esa decisión para otro día, si hay que pagarlo a parte y hacer todas las colas, ya veremos que día nos viene mejor para hacerlo.

Finalmente se nos ha hecho muy tarde, le propongo a Vir visitar un parque grande que hay al lado de la casa, para ver si es posible salir a correr otro día. Nos damos una vuelta, nos familiarizamos con el barrio, nos volvemos al apartamento para descansar y coger fuerzas para el siguiente día. Solo hemos podido reservar para ver el Castello de Sant Angelo.

Comments are closed