Islandia

Viaje a Islandia – Día 10 (Snæfellsnes)

A la mañana siguiente se levanta mucho más despejado. Mientras hacemos café y algo de desayuno hay un chico vasco que se me pone a hablar, él está dando la vuelta a la isla en bici, le comento el inconveniente de la lluvia, pero me dice que ha sido mucho peor los días de viento. (A la vuelta del vieja vi un corto documental en Amazon Prime, de unos tipos que recorren Islandia en bici y hablan también del viento como su mayor dificultad).

Mientras ellos desayunan, voy a dar un pequeño paseo y hacer unas fotos, tiro por un camino y veo que las aves (charrán del ártico) de la zona se alteran un poco, tras caminar unos quinientos metros, llego a una larga playa, solitaria, a lo lejos veo una pareja que hace fotos a las aves, camino un rato por allí, pienso en el cansancio acumulado, en frente se ve el camping. Decido volver para tampoco retrasar la marcha. Mientras vuelvo voy haciendo fotos a distintos tipos de aves que hay por allí. Vuelvo al camino en el que se alteraron un poco y veo que lo se alteran otra vez, decido poner el móvil a grabar porque es bastante espectacular la cantidad y como parece que se van cabreando. Mientras voy pasando cada vez con el paso más acelerado, las aves se ven más molestas, finalmente una me pica en la cabeza y decido dejar de grabar y salir corriendo de allí, apenas me quedaban unos metros. (Hay otro documental en Amazón Prime en que explican que el charrán del artíco va a anidar y poner crías en primavera).

Pájaros muy cabreados
Pájaros muy cabreados conocidos también charranes del ártico.

Cuando vuelvo, como es el último día de camping, decidimos ordenar un poco el coche ver que comida queda, lo que nos tomamos, lo que no, etcétera. Tenemos una bombona aún entera y a unos metros hay una familia que está empezando su viaje, así que decido regalarsela. El campingaz que nos encontramos lo dejamos en la zona de cocina, así como todos los rollos de papel higiénico que van apareciendo por el coche (ya que el día anterior habíamos comprado un paquete entero), nos quedamos con unos rollos y el resto lo dejamos allí, así como alguna cosa de comida que está bien y es aprovechable.

Después de limpiar y ordenar el coche (la verdad lo podríamos haber llevado así todos los días), vamos camino de los sitios que nos va diciendo la guía de viajes de Somo que están bien. Emprendemos el camino. Al poco rato, vemos que hay un montón de coches parados en un lugar, decido parar, porque había leído que allí hay una grieta en la que vivía un troll, Raudfeldsgjá, así que paro y la visitamos.

Bárður Snæfellsás

Continuamos hacia el oeste, por la parte sur, llegamos a Bárður Snæfellsás, pagamos alegremente el parking, al cabo del tiempo Somo actualizará la cuenta de tricount y veré que fueron 47€ por dejar un rato el coche aparcado. 

Vemos al famoso troll Bardur. Nos asomamos al acantilado. Somo propone él va ir andando hasta el siguiente punto mientras Ander y yo vamos en coche. Yo tengo los pies empapados otra vez, así que no me importa no caminar. Ander y yo vamos al siguiente punto que está a unos tres kilómetros. El lugar es bonito, Ander busca un bar donde sentarse y esperarnos. Yo me quedo cambiando el calzado. Ander encuentra un bonito bar al borde del mar, sale el sol, el día es magnífico, así que mientras él se toma una cerveza, yo hago alguna foto y esperamos a Somo. Por fin nos juntamos de nuevo los tres y Somo y yo aprovechamos para tomar un café.

Ander aprovechando para hacer un descansito
Ander aprovechando para hacer un descansito

Nos acercamos al siguiente punto Djúpalónssandur. Allí vemos unas alucinantes formaciones rocosas producidas por la lava, bajamos a la playa, donde hay varias cosas interesantes, como las piedras con las que los muchachos medían sus fuerzas para poder embarcarse en los balleneros o los restos de un barco naufragado que están esparcidos por toda la playa. Aparte de eso, y ya que el día acompaña, nos sentamos un rato a ver el mar.

Una vez abiertos nuestros chacras, decidimos dar un paseo por el acantilado e ir hasta la siguiente playa Dritvik Djúpalónssandur, en la que se supone antaño había sido un importante puerto pesquero. (Ander nos espera en el coche).

De allí vamos al cráter Saxholl, una montaña aislada, que es un cráter volcánico, subimos por unas exigentes escaleras metálicas, casi es más bonito el perfil de la montaña desde abajo que una vez arriba.

De allí vamos dando la vuelta y paramos en Hellissandur, un pequeño pueblo pesquero del norte de la península, no tenemos claro que hacer, así que ante la indecisión y el hambre, paramos en la gasolinera, compramos algo de comer en el momento y nos lo tomamos allí mismo aprovechando que hay una mesa de merendero, en la que será nuestra última comida campera.

Nuestro otro compañero del viaje a los pies del volcán Snæfellsjökull.

Por la mañana habían cortado la pista de tierra que ascendía hasta el volcán Snæfellsjökull, ya que había una carrera de trial, así que ya después de comer decidimos volver a intentarlo, hay una pista que va de un lado a otro de la península así que decidimos pillar la pista y subir hasta el volcán. La pista es complicada de conducir, ya que la pendiente es bastante inclinada… pero a lo largo del viaje he ido confianza con el 4×4 y tiramos hacia arriba sin problema. Nos empezamos a encontrar neveros. Paramos, no hay nada mejor que ver a un chico de tierras tropicales jugar con la nieve. El tiempo empieza a cambiar y después de la buena mañana soleada que habíamos pasado, se nubla y empieza a llover, así que después de atravesar la pista y volver a la carretera sur decidimos tirar para Reikiavik dónde nos espera el hostel.

Islandia
Reikivik

Llegamos a Reikiavik, aprovechamos para ducharnos, descansar. Mis fuerzas desaparecen, me planteo quedarme durmiendo directamente en la cama, finalmente pienso que es el último esfuerzo y salimos a dar un pequeño paseo y tomar unas cervezas en la ciudad. Es viernes noche y hay mucha actividad en la ciudad, las calles y bares están llenos de gente. Después de ver un poco el centro nos vamos a un bar y pedimos unas cervezas, veo que en varias mesas hay jarras de litro, lo que aunque caro (unos 20 o 25€ la jarra), es mucho más económico que pillas cañas. Al final estamos a gusto, hablamos del viaje, Ander nos comenta que ha sido su mejor experiencia viajera, para mi que he viajado mucho menos que Somo, digo que con un viaje a Marruecos más o menos de las mismas características que hice con unos 20 años, también. Finalmente cada uno paga una ronda de jarras.

Selfie de última noche de viaje

Decidimos cambiar, entramos en un sitio algo más hipster, veo a gente con copitas de champán con líquidos de colores… no quiero ni pensar lo que puede costar un coctel de esos en ese lugar. Pedimos unas cervezas más. Charlamos y Ander se anima con una chica que hay en la barra. Terminada la cerveza y con Ander en animada charla con una bella asiática londinense, yo decido retirarme, Somo se viene conmigo. Queremos aprovechar para salir un rato por la mañana y ver Reikiavik.

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