Akureyri

Viaje a Islandia – Día 8 (Akureyri)

A la mañana siguiente después de una ducha, nos disponemos a desayunar. Las nubes de mosquitas son horribles y tienes que andarte con ojo de tener bien cerrada la boca, para que no entren moscas. La verdad que la sensación es bastante horrible.

Lago Myvatn
Nuestras tiendas en el Lago Myvatn (los puntitos negros de la foto son las mosquitas)

Aún así, cojo las cosas de desayuno y me las llevo a una mesa de merendero donde se está muy bien, sin bichos. Somo y yo nos disponemos a desayunar, pero no hay señales de Ander. Cuando voy preparando la segunda cafetera, me acerco al coche y veo a Ander metido en él sin desayunar, me dice que no puede con los bichos, le explico que donde estamos desayunando no hay bichos, pero él se niega a salir del coche, diciendo que no se fía. Le acerco la leche un bollo al coche y desayuna allí dentro.

Hverir
Hverir

Una vez desayunados, emprendemos camino hacia Hverir, en una zona geotermal que está a penas unos kilómetros. El olor a azufre es apestoso pero esta lleno de fumarolas y pozos geotermales, de un color amarillo y blanco que parece que estemos en algún paisaje de Star-Trek, yo alucino bastante, vemos que hay una pequeña ruta que sube a una pequeña montaña que hay enfrente, Ander se va al coche, Somo y yo subimos. La pendiente es bastante fuerte y aunque me cuesta seguir el ritmo de Somo, con un par de paradas para tomar aliento la subo sin demasiada dificultad. Una vez arriba el paisaje es alucinante, al otro lado de la colina el paisaje de fumarolas se multiplica y alejados de las zonas más turistificadas. Somo y yo nos acercamos a unos pozos donde un barro negro está en plena ebullición. La zona nos flipa. Continuamos por la cuerda de la montaña y emprendemos la bajada. 

Unos amables turistas nos hacen una foto a Somo y a mi.

A otros pocos kilómetros de allí está Viti, un cráter volcánico cubierto ahora de agua. Llegamos hasta arriba con el coche y tras caminar apenas unos metros nos asomamos al cráter… es fantástico. Dada la vitalidad de Somo, le propongo que dé la vuelta al cráter corriendo y sin insistir mucho se echa a correr.

Viti
Viti

De allí decidimos dar la vuelta al Lago Myvatn y visitar Skútustadir, una zona de cráteres producida por la lava, al sur del lago y cubierto de un manto verde hierba. Ander vuelve al coche, el lugar también tiene bichos. Somo y yo damos una pequeña vuelta viendo los distintos cráteres que apenas distan unos metros uno de otros, el día es soleado y la vista es espectacular, el cielo azul, con algunas nubes, el lago de fondo también azul, los cráteres de un verde intenso, un lugar muy bonito.

Skútustadir

Según vamos bordeando el lago, vemos que nos pilla otra cascada de camino, habíamos pensado no ver ninguna más, pero pensamos que tampoco tenemos nada que perder por ver otra que total nos pilla de camino, así llegamos a Godafoss. Somo y yo damos un pequeño paseo, Ander está tan reventado que no sale del coche.

Godafoss

De allí vamos a Akureyri, la capital del norte. Por el camino le propongo a Ander que busque un sitio para comer, ya que tiene interés en comer ballena. Llegamos a la hora de comer y vemos que desde allí también hay excursiones para ver ballenas. Nos informamos y nos dicen que hay una exclusión a las 20:00 y que tarda unas tres horas. Tendríamos que avanzar en nuestro camino, pero valoramos que unas ballenas bien merecen la pena, así que finalmente nos quedamos en Akureyri, comer, pasar la tarde relajados, ver las ballenas y ya nos saltaremos la península trol, que era uno de los lugares que habíamos pensado visitar.

Akureyri

Vamos a comer al sitio indicado por Ander, es un hostel, nos decepcionamos un poco, pero rápidamente nos reponemos porque vemos que hemos llegado en Happy hour y la cerveza está a mitad de precio, solo son 5 o 6 euros al cambio.

Así que nos tomamos unas cervezas y esperamos a que abran las cocinas. Somo se pide una hamburguesa de pescado, Ander una carne y yo unas patatas. A Somo la hamburguesa no le convence mucho, dice que no está muy buena. Mis patatas no son fritas, sino asadas y con un exceso de romero que las hace incomestibles. Somo no termina su hamburguesa, ni yo mis patatas. 

El pueblo es realmente bonito, con casas-palacetes centenarias, como la del propio hostel. Damos una vuelta y decidimos buscar el camping. Vamos para allá, el sitio es grandísimo con parcelas en las que acampar, pequeñas lagunas, zonas recreativas para los niños, etc… y mientras Ander va a hacer la colada, yo me quedo descansando un poco y aprovecho para estar solo y hablar con Vir. Somo ve a unas chicas correr y sale detrás de ellas (no tengo muy claro todavía sus intenciones, si son hacer deporte o acosarlas). Ander vuelve sin poder haber hecho la colada. Somo se pierde y tarda un poco más de la cuenta en volver. Aun así nos sobra algo de tiempo hasta las 20:00 que es la hora de ir a ver las ballenas.

Por allí resopla
Por allí resopla

Por fin vamos, tomamos unos chupitos de orujo para entrar en calor antes de la travesía. Voy poco abrigado, ya que en teoría nos dan ellos ropa de abrigo. Vamos a la oficina y le digo a Somo que pregunte por la ropa de abrigo. Nos dice un fornido marinero joven que a nosotros no nos hace falta.

Vamos al barco y se pone en marcha, nos sentamos en la proa del barco y hace un frío que te cagas. Aún así, aguantamos como campeones. Pasado un rato ya no me siento tan campeón y me voy a popa, que aunque haga frío al menos no te da el viento en la cara.

La cola de una ballena jorobada
La cola de una ballena jorobada

La travesía es larga, parece que no se va a acabar nunca, Somo busca una manta para Ander. Por fin después de más de una hora, nos preparamos para ver las ballenas, a lo lejos vemos resoplar una y flipamos. Nos acercamos y más o menos empezamos a ver una ballena, al rato un par de delfines, luego otra, el capitán del barco se va acercando poco a poco por donde ve que resopla. Pasamos una hora navegando entre ballenas, haciendo fotos… finalmente volvemos. Ander se va a la parte interior del barco, Somo y yo nos quedamos fuera sentado en la popa, viendo la estela del barco con el sol rozando el horizonte pero sin llegar a ponerse, la puesta de sol en el fiordo es espectacular. La experiencia ha merecido la pena.

Islandia
Sol de medianoche desde el barco

Volvemos al camping, vemos que hay una zona común donde yo ceno algo y nos tomamos unos chupitos de orujo, bueno, unos cuantos. Ander se había ido a hacer la colada. Cuando termina viene y nos hace compañía. En fin, entre risas, terminamos la botella.

Descansamos muy bien (al menos yo).

Comments are closed