El sonido Caño Roto
Mucho se habla del cine quinqui y el sonido Caño Roto. Dicho sonido se puede atribuir a dos grupos salidos de dicho barrio a principios de los 70: Las Grecas (1973) y Los Chorbos (1975).
El barrio de Caño Roto está situado en Carabanchel bajo, en las inmediaciones de lo que ahora es Gallur. Allí hasta bien entrados los años 80 se situaban poblados chabolistas que poco a poco fueron reubicados en casas de protección oficial.
Volviendo a la música nos encontramos con estos dos grupos que con tan solo dos años de diferencia sacan un par de discos que revolucionarán la música flamenca dada su fusión con músicas importadas, en esos momentos, de EEUU. Así el el primer disco de Las Grecas llamado Gipsy Rock (1974) en las que importaban cantes de Sudamérica, donde habían pasado parte de su juventud, como el garrotín. Mezclan dichas sonoridades con música rock y tienen un éxito inmediato con Te estoy amando locamente la formación sacará tres discos más sin llegar a conseguir nunca más el éxito del primero. Finalmente el duo se disuelve con problemas con su manager y el posible inicio de una de sus componentes en el mundo de la droga.
Tras el éxito de Las Grecas, los productores deciden explotar el nuevo filón y así surgen Los Chorbos fue otra banda precursora en lo que años muy posteriores se denominará el nuevo flamenco. Cuarteto de Caño Roto sacaron un primer disco que da nombre al fenómeno El sonido Caño Roto (1975) en el que encontramos una curiosa mezcla de temas flamenco-funk. El disco está plagado de temas emblemáticos como Vuelvo a casa o Sin tu amor tras no obtener el éxito esperado se separan y Manzanita emprende su carrera en solitario.
Manzanita, tras la disolución de Los Chorbos, continúa como solista grabando su primer disco Mucho ruido y poco duende (1978) en el que enseguida obtiene un gran éxito con el la adaptación del poema de Lorca Verde luego adaptará canciones ya conocidas como Un ramito de violetas de la cantautora Cecilia adaptándola a su estilo particular, años más tarde hará lo mismo con La quiero a morir del cantante francés Francis Cabrel.
El Luis, al igual que las Grecas paso parte de su juventud en Argentina, al volver grabó su primer disco El Luis (1976) e hizo una mezcla de flamenco con el soul. Su gran éxito fue Y te lo digo cantando más tarde grabará Solo (1978) y Gitano Soul (1981). Su hermano El Zingaro también grabó algunos discos mezclando flamenco con música soul y jazz.
Todos estos integrantes del barrio en muy pocos años dieron forma a un sonido único. Precursor de lo que será la rumba madrileña y en la que ninguno de ellos tiene realmente repercusión en un cine del momento.
Paralelamente, en las antípodas de la ciudad de Madrid, en Vallecas surge un grupo llamado Los chichos, que mezclan la rumba catalana con sonidos pop o rockeros y sobre todo dan a sus letras una temática mucho más real, hablando de las problemáticas del barrio como la realidad marginal, problemas del chabolismo, la cárcel y las drogas. Se alejan de sonidos sofisticados como el funk o el soul que está germinando en Caño Roto y poner mayor profundidad en las letras.
Los chichos graban su primer disco Ni más ni menos en 1974, con varios de sus temas más icónicos como Quiero ser libre, Ni más ni menos o La historia de Juan Castillo. Tras el éxito del disco los años siguiente irán a disco por año. En 1985 grabaran la banda sonora de Yo, el Vaquilla.
Con unos años de diferencia surgen Los Chunguitos que graban su tema Dame veneno en 1976, apadrinados por Ramón Arcusa (componente del Duo Dinámico), con unos arreglos más sofisticados que los de Los Chichos. Sus acciones servirán de banda sonora de Perros Callejeros 2: busca y captura (De la Loma, 1979) o Deprisa, Deprisa (Carlos Saura, 1980).
Aprovechando el filón musical, las coristas de Los Chunguitos, hermanas de estos, forman Azúcar moreno, grabando su primer disco en 1984. Tras varios discos en 1988 graban Carne de melocotón que incluyen uno de sus grandes éxitos Debajo del Olivo, canción que interpretada por Tamara Salazar en la película el Pico 2 (De la Iglesia, 1984) un par de años antes (aunque con el mismo apellido que las hermanas Azúcar Moreno, no he conseguido encontrar ninguna referencia de Tamara Salazar que las emparente).
Tras el éxito de estos grupos, años más tarde, surge también en Vallecas Los Calis que graban su primer disco en 1986, aunque sin ninguna repercusión en el cine como sus antecesores.
Así mientras en sonido Caño Roto bebe directamente de los sonidos negros de Norteamérica como el funk y el soul, la rumba vallecana da un aspecto realista y nada lúdico a la rumba catalana, mezclando eso sí con guitarras y bajos eléctricos y un sonido más pop o rockero, todo ello unido a sus letras crudas y realistas, que son las que terminaran triunfando en las películas de cine quinqui.